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sábado, 27 de octubre de 2012

Dejima 3ª parte

Volvemos a nuestra pequeña isla para indagar un poco más en su pasado…

Philipp Franz von Siebold nació en Würzburg, Alemania en 1796 y fue médico y botánico.


Es muy extensa la biografía de este personaje e intentaré extraer lo que en mi opinión pueda interesarnos más.
Invitado a Holanda por un allegado a su familia, von Siebold solicitó un puesto de médico militar. Este puesto le permitió viajar a las colonias holandesas. Entró en el servicio militar holandés en junio de 1822. Se le designó como médico en la fragata Adriana en el viaje que partiendo de Rotterdam debía de arribar en Batavia -actualmente Yakarta- en las Indias Orientales Holandesas donde llegó en febrero de 1823. En su viaje a Batavia practicó sus conocimientos de la lengua holandesa y rápidamente aprendió malayo. También empezó una colección de fauna marina.
Fue enviado a Dejima en junio de ese mismo año. Como habréis visto, nuestros protagonistas hasta ahora eran todos médicos y científicos debido a que dado el reducido número de holandeses que dejaban estar en Dejima, ambos puestos debían ser cubiertos por la misma persona.
Al haber curado a un influyente oficial japonés, consiguió que le permitieran salir de la pequeña isla y aprovechar para tratar a sus pacientes japoneses que vivían en los alrededores.
Se enamoró de una japonesa, Kusumoto Sonogi -a la que el llamaba Otakusa- y como estaba prohibido el matrimonio de los japoneses con los occidentales, no pudo casarse con ella. Pero si tener una hija, Oine que fue la primera mujer médico y comadrona en Japón.
Von Siebold dirigió enseñanzas, llamadas Rangaku, con la ayuda de 50 interpretes -designados por el Shogun- y estudiantes japoneses. Su casa, la escuela Narutaki, se convirtió en el lugar de encuentro de unos 50 rangakusha. Por ello está muy bien considerado actualmente en Japón.
Recolectó todo el material del que fue capaz, creando un pequeño jardín botánico detrás de su casa y luego las llevó a Europa siendo pues el introductor de muchas plantas de jardín entre ellas la Hydrangea otaksa -le puso el nombre de su amada japonesa- que no es otra que nuestra querida hortensia.
Como Siebold tenía un carácter muy impulsivo, las autoridades holandesas lo reclamaron desde Yakarta temiendo un conflicto con las autoridades niponas. Al partir hacia allí, una tempestad lo devolvió a puerto y además destruyó el jardín que había creado junto a su casa. El barco se reflotó y llevó todos los especímenes que se pudieron recuperar aunque Siebold permaneció en Japón.
Entre las anécdotas más interesantes está que tuvo la osadía de sacar de contrabando sin que los japoneses lo supieran, semillas germinables de la planta del té que hasta entonces era un comercio únicamente japonés. Estas semillas las plantaron en Java donde comenzó el cultivo del té, llegándose en 1833 a tener allí más de medio millón de plantas.
En 1828, Siebold viajó a la corte de Edo y al igual que hizo Thunberg aprovechó el viaje para explorar a lo largo del camino. No sé como se las arregló pero consiguió que Takahashi, un astrónomo de la corte, le suministrara planos de Japón, cosa que estaba totalmente prohibida por el gobierno. Cuando las autoridades se enteraron por casualidad, lo acusaron de alta traición y de ser espía de Rusia. Lo arrestaron, lo investigaron -había pretendido sacar también del país libros y objetos variados- y lo expulsaron de Japón en octubre de 1829 sin que pudieran irse con él ni Kusumoto ni Oine.
Se estableció en Leiden, llevando consigo la mayor parte de su colección. La "colección von Siebold" contiene numerosos especímenes tipo, es la primera colección botánica del Japón. Todavía actualmente permanece como una muestra admirable de una investigación hecha en profundidad, del trabajo bien hecho de von Siebold. Contiene unos 12.000 especímenes, de los cuales pudo describir solamente alrededor de 2.300 especies. La colección en su totalidad fue adquirida por el gobierno holandés por una respetable cantidad de dinero. Además, von Siebold fue gratificado con un generoso subsidio anual por el rey holandés Guillermo I.
Durante su estancia en Leiden, publicó Nippon en 1832, el primer tomo de un trabajo etnográfico y geográfico sobre el Japón profusamente ilustrado. También contiene el relato de su viaje a la corte del Shogun en Edo.
Elaboró su Flora Japonica en colaboración con el botánico alemán Joseph Gerhard Zuccarini. La primera edición apareció en 1835. La versión completa, sin embargo, no aparecería hasta después de su muerte, terminada en 1870 por F.A.W. Miquel director del Rijksherbarium en Leiden. Este trabajo consolidó la fama de von Siebold como científico, no solo en Japón, sino también en Europa.
Como decía, es un personaje muy reconocido en Japón donde existe un parque con su nombre y un museo en Nagasaki.
Son muy numerosas las especies a las que ha dado nombre -algunas veces aparece también el nombre de su colaborador Zuccarini- bastantes se utilizan en bonsái, como Picea jezoensis, Buxus microphylla, Prunus, etc y otras a las que se ha dado nombre en su honor como Malus sieboldii o Primula siebold. En uno de sus libros, concretamente en el que habla sobre las maneras y costumbres japonesas, menciona los bonsáis que tuvo la oportunidad de ver.
Falleció en Munich en 1866.

Heinrich Bürger nació en Hamelin (donde fue el flautista a matar ratones), Alemania, aunque su fecha de nacimiento no se conoce exactamente ya que él mismo la cambió, quizás en un intento de parecer mayor por algún motivo. Fue entre 1804 y 1806. Físico, biólogo y botánico, estudió farmacia, matemáticas y astronomía y aunque a veces usaba el título de doctor, no se han encontrado pruebas de su graduación en estudios de medicina.
En 1825 fue nombrado por el gobierno holandés asistente de von Siebold en Dejima. Allí hizo descubrimientos químicos y biológicos. Con sus conocimientos de farmacia asistió a Siebold en sus visitas a pacientes externos a Dejima.



Bürger enseñando a japoneses


Tras la marcha de Siebold fue nombrado su sucesor en 1828 aunque solamente en la parte científica ya que como hemos dicho no era médico. En los años posteriores recolectó gran cantidad de plantas y animales. Todo este material contribuyó a la publicación de las obras de Siebold y a otras referentes a la fauna.
Bürger envió plantas a jardines botánicos y universidades de Leiden, Groningen, Munich, París, Londres, Florencia y San Luis –¿será Florencia la clave del pino thunbergii?-.
Las plantas reconocidas por primera vez por él, fueron a menudo nombradas con el epíteto comemorativo “buergerianum” (11 especies) o “burgeri” (44 especies). A todos nos viene enseguida a la cabeza el Acer buergerianum una de las especies de bonsái por excelencia que fue clasificada por Friedrich Anton Nilhelm Miquel, nombrado anteriormente.
En 1833 se le asigna otra actividad en el comité de investigación del este de la India y establece su residencia en Batavia –Yakarta-. Regresa a Dejima en 1834 y 1835 aunque en julio de este año se le exime de sus responsabilidades en Japón.

Aquí acaba mi historia en la que he pretendido contagiaros mi ilusión por saber algo más de nuestros pequeños compañeros que tan felices nos hacen.

 

3 comentarios:

  1. Una lectura muy amena e interesante. A mi este tipo de entradas me gustan.

    Un saludo

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  2. Me han encantado estas entradas. Curiosas, amenas y muy interesantes.
    Muchas gracias por el trabajo en compartirlas.
    Un saludo. César.

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  3. Gracias amigos, se suele transmitir lo que a uno le gusta, con éxito o sin el.
    Un abrazo

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