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sábado, 20 de octubre de 2012

Dejima 2ª parte

El célebre botánico sueco Carlos Linneo afirmó: “Nomina si nescis, perit et cognitio rerum” que quiere decir “si ignoras el nombre de las cosas, desaparece también lo que sabes de ellas”. Por ello clasificó a los seres vivos en diferentes niveles y estableció los tres reinos (animal, vegetal y mineral) en el primer nivel. Subdividió los reinos en filos, los filos en clases, las clases en órdenes, las órdenes en familias, las familias en géneros y los géneros en especies, implantando la nomenclatura binomial de género y epíteto específico. Era una persona digna de estudio, os aconsejo que leáis sobre él. Tuvo un gran número de discípulos que se distribuyeron por todo el mundo con objeto de descubrir nuevas especies. Como anécdota referida al mundo del bonsái podemos decir que Linneo bautizó al Pinus sylvestris de esa manera porque este era el único pino que crecía en Suecia de manera espontánea.

Carl Peter Thunberg nació en 1743 en Suecia. Fue estudiante de medicina en la universidad de Uppsala al igual que Linneo y fue uno de sus discípulos.


                                                                 Thunberg

Viajó a Holanda en 1771 donde estudió botánica en jardines y museos. Fue invitado a visitar las colonias holandesas y Japón para recolectar especies para el Jardín Botánico Holandés. Partió como cirujano de a bordo contratado por VOC. Al llegar a la colonia holandesa en Ciudad del Cabo se quedó allí tres años. Como hemos dicho, los japoneses solo permitían la entrada en su país de una clase de extranjeros –gaijin-, los comerciantes protestantes holandeses así que Thunberg tuvo que quedarse allí ese tiempo para perfeccionar el holandés y poder pasar por uno de ellos –el holandés era la única lengua extranjera que se hablaba en Dejima-. En estos tres años acabó su carrera de médico e hizo varias expediciones para recolectar un gran número de especies de flora y fauna locales.

En 1775 partió hacia Java donde permaneció dos meses. Y por fin, en agosto de 1775 llegó a Japón, a Dejima.

Aunque a los holandeses difícilmente se les permitía salir de la pequeña isla, a Thunberg se le concedió permiso para hacer algunas excursiones botánicas.

Naturalmente, debía estar frustrado al permanecer allí y no poder desplazarse libremente y observar la flora -y fauna- japonesa. Al fin, a mediados de 1776, consiguió que se le permitiera acompañar al director del asentamiento holandés al shogunato en Edo (Tokyo). Durante este largo viaje, fue capaz de recolectar muchas plantas autóctonas. Las actividades del viaje fueron descritas en su libro “Flora Japónica” publicado en 1784. Muchas de las plantas a las que dio el epíteto de japónicas eran realmente originarias de China e introducidas en Japón y muchas plantas que catalogó de silvestres eran plantas de jardín pero ante la precariedad de su situación era normal que se equivocase.

También escribió sobre sus aventuras en el viaje y estancia en Japón en su libro “Viajes de C.P. Thunberg al Japón, pasando por el Cabo de Buena Esperanza, las islas Sunda, etc.” Describió su sombría estancia en Dejima. En el libro también describe algunos aspectos de la vida diaria en Japón -como la obligación de pasear por el lado izquierdo de la calle-.

Thunberg dejó Japón en Noviembre de 1776. Murió en Uppsala el 8 de Agosto de 1828, a los 85 años de edad.
Thunberg está citado -u homenajeado- en 254 especies de plantas y animales.

La especie más relevante con este epíteto conmemorativo en el mundo del bonsái es sin duda el Pinus thunbergii (atención los que lo escriben con "m"). En otra ocasión podremos hablar más extensamente de la taxonomía, según impuso Linneo de expresión binomial. Además de ello, las especies también van unidas al nombre de la autoridad, en este caso botánica que la ha nombrado por primera vez –como ocurre según hemos comentado con el Gingko biloba L., abreviatura de Linneo-. Pues bien, el Pinus thunbergii Parl. fué nombrado en 1868 por Giuseppe Parlatore, famoso botánico italiano creador del Herbarium del Instituto Botánico de la Universidad de Florencia ¿Cómo llegaría el pino negro japonés a Florencia para poder ser nombrado por Parlatore en el Prodromus de Candolle? ¿Qué indujo a Parlatore a conmemorar a Thunberg? No es difícil de imaginar. Lo único que yo os puedo decir es que como veremos más adelante otro ilustre visitante de Dejima, envió parte de su colección de árboles entre otros sitios a Florencia…

Continuará...

7 comentarios:

  1. apasionante ,como solo tú lo sabes relatar , esperamos más historias ,un abrazo.

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  2. Beti, decir que soy asiduo de todos los blog de bonsái es fácil pero que sepas que lo soy del tuyo en particular.

    Abrazos

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  3. Por cierto Beti, tengo una compañera de trabajo de Bilbao, se llama Sorkunde y le pregunté "¿Conoces Sopelana?" y con la mirada perdida me contestó "la playa..."

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  4. Que interesante.

    Gracias Antonio, estás que no paras.

    Sigue Sigue...

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  5. Gracias Salva. El tiempo me escasea cada vez más..
    Un abrazo

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